La revista Litoral vuelve a las librerías con un número dedicado a las relaciones fructíferas entre pintura y literatura. Es un recorrido por la historia de la pintura, desde el mundo antiguo a la pintura contemporánea, y de cómo los escritores han trenzado su mirada poética y literaria con la contemplación del lienzo, de las historias, los mitos, los complejos universos atrapados en la representación visual del mundo y sus criaturas.
Como todos sus números, este Mvseum, la pintura escrita, editado por Antonio Lafarque y Lorenzo Saval, es un gustazo para la vista, un festín para todo aquel que se pierda por sus salas, en las que comparecen casi todos los grandes pintores y escritores como Cirlot, Jorge Guillén, Nicanor Parra, Rafael Pérez Estrada, Gómez de la Serna, Gabriel Zaid, Valente, Eduardo Jordá, Umberto Eco, Machado, Carlos Pujol, Adam Zagajewski o José Watanabe cogidos así, al azar, entre un número enorme de ellos.
Casi al final de la exposición, en la Sala titulada «Musas de fuego», participo con un microcuento inspirado por el retrato que Lucien Freud hizo de Kate Moss, embarazada. Pulsando en la imagen puede verse el retrato y mi réplica admirativa.
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